El paradigma actual no reconoce a la naturaleza su lógica propia, concibiéndola desde una perspectiva económica como objeto determinado por relaciones sociales (Bedoya; Martínez, 2000). Mi espacio, mi santuario, el lugar donde se calla mi mente y hablan los sentidos, el tacto, el viento, la humedad, ¿Qué perdí en la naturaleza?, eso que se intuye tras montañas, entre maleza, debajo de las piedras, en el agua; voy tras pistas que no dan respuesta pero indexan algo más. Veo en la metáfora de un tiempo primero, una historia de comunión y falta, un vinculo perdido con el todo, con ese territorio materno. La filogénesis humana es el esfuerzo de la sangre más la fe de recuperar el territorio completo. Busco relacionarme con la naturaleza descifrando por medio de trazos, señales o pistas que sean el equilibrio de las fuerzas naturales y humanas. Tomo el título del libro de Oram Pamuk, donde el color rojo y sus atribuciones son el hilo conductor de la novela. |