Las fotografías originales que componen esta serie fueron hechas hace muchos años en lugares muy diversos con películas diapositivas y negativas. Para conformar este itinerario ficticio las he rescatado de la comodidad del archivo y he sometido las películas a una degradación con químicos y fuego. Resultado de ello son estas nuevas imágenes llenas de colores y texturas. La digitalización casera hecha con una cámara a modo de scanner aporta un poco más de distorsión. Al agruparlas fue surgiendo un imaginario anacrónico y atemporal, si tal cosa es posible. Un recorrido por paisajes que más pertenecen a la memoria y a los deseos que a un mundo hecho de geografías y distancias. |